Nuestro viaje ya termina con la sensación de que nos hubiera hecho falta otro mes más para poder saborear del todo el sur de Tailandia. Aquí se puede hacer de todo, asi que lo primero que hicimos fue irnos a andar en piragua, que era el único medio para poder ver las impresionantes cuevas con agua de esta zona. Pudimos ver cangrejos, casas flotantes, manglares, pinturas rupestres y hundirnos en el barro hasta la rodilla. Tal vez el próximo viaje sea en piragua...tranquilo...silencioso...así como en otro mundo.
De Krabi no nos podíamos ir sin escalar en Railay, según los entendidos uno de los mejores sitios del mundo. La idea es estar en la playita escalando en los acantilados o asegurando desde la popa de una barca en un mar turquesa......bueno la verdad es que nuestro tiempo se acababa así que sólo pudimos escalar UN DÍA!!! lo justo para pisar la playa, sentir la roca, sacar algun 6b y ver lo lejos que queda el 6c, jejeje
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