Esta ciudad a parte de ser paso fronterizo con Birmania, un par de cascadas enormes y unas fabulosas aguas termales que no llegamos a encontrar,
Así que cogimos otro ferry y nos fuimos a la isla de Ko Phayam que al estar en temporada baja encontramos casi todo cerrado, pero una vez más sin turistas.
Las islas son sinónimo de paz y tranquilidad por lo que pasamos un par de días viendo a los monjes trabajar, tomando el sol, sacando fotos e imaginando una ola de 15 metros arrasándolo todo,
ufff da canguele solo de pensarlo, la verdad que se hace difícil pensar que un paraiso como este pudo ser arrasado por un shunami.
No hay comentarios:
Publicar un comentario